Dos muertes, un sistema. ¿Nacional y Popular?

2013-03-13-dos-muertes-un-sistema-nacional-y-popular-268_thumbSe me representa una postal de la realidad que vivimos en el país que nada tiene que ver con el hermoso panorama que nos mostró la presidenta en su extenso discurso del 1º de marzo.
Un niño qom muere en Formosa aplastado por un camión de basura en el lugar adonde iba a buscar lo poquito que podía recoger para su él y su familia.
En Junín una jovencita de 17 años muere por un tiro disparado por el arma de otro joven de 17 años.
Se me representa una postal de la realidad que vivimos en el país que nada tiene que ver con el hermoso panorama que nos mostró la presidenta en su extenso discurso del 1º de marzo.
Y entonces se dispara el feroz cruce de acusaciones entre el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires.
No me cabe ninguna duda acerca de la intención de la “movida de piso” con la que el gobierno nacional pretende arrodillar al de la provincia de Buenos Aires, pero entre ambos está el pueblo.
Están las Karen, trabajando “para ayudar a su madre”, de noche, a las 2 de la mañana, defendiendo un dinero que no es suyo con  una “picana” que alguien le dio  para defender lo indefendible.
Y están los pibes que, como el que mató a Karen, se debaten en un mundo en el que le muestran lo bueno que es consumir pero sin posibilidad de sumarse a ese mundo en el cual “pertenecer tiene sus privilegios”. Que a los 17 años ni estudia ni trabaja y ve desde afuera pasar la vida  que le gustaría disfrutar,  entre dolor y “paco”. Drogas que este capitalismo “serio” se encarga de proveerle porque es un muy buen negocio que cumple otra función,  aparte de sumar dividendos, es la de descerebrar jóvenes y niños que ya no cuestionarán nada.
Están los jóvenes usados por el poder político como barras bravas o grupos de choque para producir disturbios donde sea necesario. A ninguno de los que los usan le importa si mueren en esas actividades, nadie los llorará ni lamentará su muerte.
En estos lugares donde la miseria y la mala vida son el devenir diario se nutre la mala política, se utilizan como rehenes de un ingreso que no cubre las necesidades básicas,  se destruye toda posibilidad de futuro, de salud, educación, trabajo digno y luego se los estigmatiza y desprecia, pero se recurre a ellos en caso de necesidad, es decir de acciones o votos según el momento que el poder considere.
Al niñito qom, tapado y asfixiado por la basura ni siquiera se lo menciona.
Ni un párrafo de algún discurso para él.
El no consumía, no producía y no llegó a ser útil al sistema de ninguna forma.
Otra manera de no “pertenecer”.
Este sistema es una trampa para por lo menos un tercio de la población, es como un pantano de lodo del cual no pueden despegar. Pero para el resto es igualmente una trampa porque están rodeados por la injusticia y las sociedades más injustas son también las más violentas.
Esa violencia que nos sorprende cada día.
Cuando alguien es invisible para los demás incuba una enorme violencia porque no puede expresar lo que le pasa, porque se siente ajeno a toda pertenencia.
El agresor de Karen no fue tapado por la basura en el literal sentido, pero como el niño qom fue víctima de un sistema y un poder político que sigue creando y utilizando jovencitos y jovencitas que emergen de la desgracia como pueden.
Y como pueden suele ser de esa forma brutal.
Karen también es la víctima de un sistema despiadado en el cual las adolescentes deben trabajar cuando debieran estar estudiando y divirtiéndose.
El capitalismo “en serio” es siempre salvaje cuando nos quiere hacer creer que todo está bien. Que la educación pasa por su mejor momento, que la salud es para todos/as, que la juventud estudia y milita sin mayores sobresaltos y que la AUH es la solución para el hambre y la marginalidad.
Reconocer lo que no funciona o funciona mal en un sistema es comenzar a tratar de modificarlo, pero cuando se insiste en que no hace falta cambiar nada y además no se detiene ante nada para, aún a costa de integridad de los inocentes, sumar poder estamos ante lo que podemos llamar, sin temor a equivocarnos, la mentira y la hipocresía de un gobierno que se hace llamar “nacional y popular”.María Elena Benso
Directora del Area de Educación del ISEPCi
http://www.isepci.org.ar

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